La Respuesta Sexual Humana (RSH).


Los aspectos relacionados con la RSH, han sido estudiados por varios autores.
Van de Velde (El matrimonio perfecto, 1925) y Dickinson fueron los primeros en investigar y escribir sobre la fisiología sexual. En la segunda mitad de la década de los años sesenta, W. Masters, V. Johnson y otros, dieron a conocer los resultados de la observación directa, en un laboratorio con condiciones especiales, de más de mil secuencias de actividad sexual en 382 mujeres y 312 hombres cuyas edades oscilaban entre 18 y 90 años. Una de las conclusiones a las cuales llegaron establece que el ciclo de la RSH, en ambos sexos se compone de cuatro fases y los cambios físicos elementales que sobrevienen durante el ciclo se deben a la vasocongestión y a la acumulación de tensión neuromuscular.

Fases de la RSH:

Excitación: Los signos mas destacados de esta fase son la lubricación en la mujer y la erección del pene en el hombre; además, se expande la vagina y se tornan erectos los pezones de las mamas.

Meseta: En esta fase la excitación alcanza su máximo nivel. En la mujer, la parte externa de la vagina se dilata y los labios se agrandan, formándose la llamada plataforma orgásmica. En el hombre, los testículos aumentan de tamaño y se pegan al cuerpo. En ambos casos el cambio de coloración genital es notable y se denomina rubor sexual.

Orgasmo: Es un reflejo placentero que libera la tensión muscular acumulada en una respuesta global del organismo. En ambos sexos se produce una serie de contracciones a intervalos de 0.8 segundos que progresivamente disminuyen en intensidad y rapidez. El orgasmo femenino causa la contracción de la parte exterior de la vagina, el útero y el esfínter anal. En los hombres, esta fase se inicia con la contracción de la próstata y de las vesículas seminales, lo cual desencadena la eyaculación; también se observa similares contracciones del esfínter anal.

Resolución: En esta fase se invierten los cambios ocurridos previamente, hasta llegar a un estado de pasividad sexual.

La respuesta sexual masculina esta limitada por un periodo refractario que comienza inmediatamente después de la eyaculación; durante este tiempo, al hombre le resulta imposible volver a eyacular; en cambio, las mujeres no experimentan periodos refractarios y además pueden tener varios orgasmos durante una misma respuesta sexual.
La RSH se ha presentado gráficamente como una montaña en forma de pico. Las fases antes mencionadas son una aproximación descriptiva a una realidad mucho mas compleja y rica en matices. Estas fases no siempre están bien de delimitadas entre si y pueden reflejar variaciones, tanto en diferentes momentos de la vida de una misma persona, como dentro de la relación de pareja. Los seres humanos actuamos como un todo integrado; ante determinados estímulos sexuales reaccionamos de manera tal que nuestro organismo se involucra, intervienen no solo los genitales, sino los sentimientos, los pensamientos y nuestras experiencias. Los procesos fisiológicos inherentes a la RSH no son simples movimientos mecánicos, aislados sino que se integran a la identidad sexual de cada persona como un todo.
Pocos años después que los investigadores de la RSH publicaran su informe, la psiquiatra norteamericana Helen S. Kaplan estableció una nueva fase: la del deseo, que se complementa con el inicio de toda respuesta sexual y lo define como apetito o impulso provocado por la activación de un sistema neural especifico del cerebro. El deseo puede presentarse disminuido, inhibido, aumentado o normal.
Consideramos que estos aspectos son de suma importancia para el conocimiento de los adultos mayores para sí poder asimilar los cambios que ocurren en la RSH con el avance de la edad

Cambios fisiológicos que condicionan la sexualidad en el adulto mayor

Estos cambios en la vida adulta, se inician lentamente entre los 30 y 40 años, para progresivamente, ir haciéndose más evidente a medida que se avanza en edad. A partir de los 60 años las manifestaciones suelen ser bastante claras.

Cambios Fisiológicos en el hombre

• Disminución de la producción de esperma, que comienza a partir de los 40 años, pero no desaparece.
• Disminución de la producción progresiva de testosterona, a partir de los 55 años aproximadamente. Esta disminución provoca en algunos hombres, no más del 5% una serie de alteraciones que algunos autores llegan a etiquetar como climaterio masculino o andropausia: disminución del deseo sexual, cansancio, pérdida de la potencia sexual, irritabilidad, falta de apetito y limitaciones en la capacidad de concentración.
• La erección es más lenta, necesita de mayor estimulación y por lo general menos firme. También disminuye la cantidad de semen emitido, percibiendo una menor necesidad de eyacular y sensaciones orgásmicas menos intensas.
• Los testículos se elevan menos y más lentamente.
• Se reduce la tensión muscular durante la relación sexual.
• El periodo refractario se alarga, es decir, el tiempo entre una eyaculación y la siguiente erección se prolonga.
En general, por tanto, hay una clara pérdida de vigor fisiológico en las conductas sexuales coitales.
El desconocimiento de estos cambios que ocurren en la repuesta sexual en el hombre, es en muchos casos el responsable de las disfunciones sexuales que se presentan en esta etapa de la vida.

Cambios fisiológicos en la mujer

• Disminuye el tamaño de la vagina, que también se estrecha y pierde elasticidad.
• Las mamas también disminuyen de tamaño y pierden turgencia.
• La lubricación disminuye en cantidad y es más lenta.
• La distribución de la grasa deja de ser "típicamente femenina", produciéndose cambios importantes en la figura corporal.
• Los cambios fisiológicos que acompañan a la respuesta sexual disminuyen de forma ostensible. Por ejemplo: las mamas apenas aumentan de tamaño, aunque no pierden su carácter de zona erógena privilegiada, se produce una menor congestión de los órganos genitales; disminuye la intensidad y frecuencia de las contracciones, etc.
• Los cambios que tienen lugar en la vagina pueden hacer el coito doloroso, si no se emplean cremas adecuadas. La respuesta clitoridiana, sin embargo, no sufre cambios importantes.
Por regla general, las mujeres suelen asumir mejor que los hombres los cambios que afectan la esfera estrictamente sexual. Sin embargo no aceptan el proceso de envejecimiento en general y en particular lo referido a la imagen corporal, motivado porque a las mujeres se les exige más un cuerpo juvenil.

Fuente: www.masalladelos50.com/shop/detallenot.asp?notid=122

Comentario

Es interesante que en el estudio de la respuesta sexual humana (RSH) se haya tomado en cuenta no sólo a las personas jóvenes o adultas jóvenes, sino que también se involucraron adultos mayores en la investigación, como cita el texto “…secuencias de actividad sexual en 382 mujeres y 312 hombres cuyas edades oscilaban entre 18 y 90 años”. De esta manera se puede concluir que las etapas de la RSH se aplican también en edades avanzadas, pero con ciertos cambios como se mencionaron anteriormente, mas aún así están presentes.
Probablemente una persona de 35-40 años aún se sienta joven y piense que está en la plenitud de su sexualidad, pero es íncreíble que ya a tan temprana edad se empiezan a dar estos cambios fisiológicos en las personas, el cuerpo se va agotando lentamente, perdiendo el “vigor fisiológico”, como cita el texto. Por lo tanto es importante tener en cuenta estos cambios en la interacción con pacientes adultos mayores, en el caso de que pregunten por sucesos que sienten están pasando en su cuerpo y no los entienden, para poder guiarlos , explicándoles que es un proceso normal del organismo, que pueden enfrentar su sexualidad de forma sana si se aceptan a sí mismos y a su pareja, fomentando una buena comunicación.

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