Tegucigalpa, Honduras

El amor no tiene edad. Y como dijera un famoso escritor, todo está permitido, menos interrumpir una manifestación de amor.
El amor nace, crece y florece en todo tiempo y en cualquier escenario que presente la vida, un ejemplo de ello son los hogares de ancianos.
Ahí en esos espacios, donde conviven nuestros abuelos, el amor hace renacer esperanzas y creer en un mañana mejor, aunque se esté en el ocaso de la vida.
Cupido flecha corazones
En el Centro de Día y Reposo (Ceder), donde son asistidos 35 adultos mayores, Cupido no descansa flechando corazones.
Es así como a Raúl Acosta, de 82 años, y a Cándida Sánchez, de 76, les ha hecho despertar el más puro de los sentimientos: el amor, y viven un tierno idilio. Ambos ya peinan canas. En sus rostros surcados de arrugas ha desaparecido la lozanía de antaño.
Ella ha perdido la luz de sus ojos, pero sabe mirar con los del alma. En él los pasos no son tan seguros y denotan cansancio, pero aún saca fuerzas de lo imposible.
En Raúl, la soledad y el deseo de tener a una persona especial con quien compartir el tiempo que le quede de vida ha hecho que se refugie en Cándida.
Igual sucede con esta dama, que a cada instante siente latir su corazón por Raúl, como cuando era una jovencita, incluso, lo cela y no permite que otra de sus compañeras se le acerque.
"A mí me pueden gustar otras compañeras, pero mi corazón solo es de Cándida y a ella la quiero", confesó el octagenario.

Fuente: http://www.elheraldo.hn/Ediciones/2010/06/15/Noticias/Historias-de-amor-en-los-asilos-de-Tegucigalpa

2 comentarios:

Johanna Rivas W. dijo...

Este artículo lo encontré online en internet y me pareció que expresaba de una manera muy tierna la relación que puede establecerse entre 2 personas adultas mayores, que a pesar de sus limitaciones físicas, como en el caso de la Sra. Cándida, la vista, eso no es impedimento para encontrar el amor.En estos hogares de ancianos, al parecer se da mucho que se refugien unos en otros, es una gran oportunidad para revivir el afecto que sentían con sus parejas cuando eran más jóvenes, lo que les debe ayudar también a tener una mejor calidad de vida y darles ánimo y fuerza para seguir adelante.

Unknown dijo...

Se puede afirmar que un hombre o una mujer sanos física y psíquicamente entre 50 y 70 años o, incluso, a edades más avanzadas, pueden mantener un determinado nivel de actividad sexual. Esta es una posibilidad más que comprobada si son personas libres de estereotipos, prejuicios y tabúes.
La prevención o el tratamiento de los factores negativos contribuyen a preservar esta función, pero sobre todo, resulta fundamental que exista una adecuada educación y comprensión de los cambios fisiológicos del sexo en la edad del adulto mayor y se reconozca que esto no es exclusivo de los jóvenes


YENIRETH REYES
KATERIN ESTUPINAN

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